Transfer desde Valencia a La Tomatina Buñol
La cultura española es festiva por naturaleza. En este país cualquier reunión familiar de domingo puede adquirir carácter de evento por todo lo alto. Por esta misma razón no es sorpresa que existan un gran número de festividades españolas reconocidas a nivel mundial. Por ello, tanto si los realizas durante el invierno, la primavera, el verano o el otoño, tus viajes por España seguro que coinciden con, al menos, uno de los muchos festivales en el abarrotado calendario cultural de España. Uno de los más reconocidos es La Tomatina de Buñol, actividad para la cual solo necesitas un taxi en valencia, tus extremidades y una buena actitud.
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El último miércoles del mes de agosto se celebra en la localidad de Buñol la Tomatina. Esta peculiar fiesta congrega todos los años a multitud de personas dispuestas a pasar un buen rato de risas y diversión a base de tomatazos. En esta alegre batalla campal los participantes disfrutan como niños lanzando tomates a todo aquel que se cruza en su camino.
¿En qué consiste el evento de la Tomatina?
Hay muchas versiones con respecto al origen de esta fiesta, pero la más aceptada es la que cuenta que La Tomatina se inició en 1945 durante la fiesta de San Luis Bertrán y la Virgen de los Desamparados. Unos jóvenes querían participar en este desfile, pero los participantes no los dejaron unirse. En un momento de incontrolable impulso juvenil los niños irrumpieron en el desfile derribando uno de los participantes.
Cuando esta persona logró ponerse en pie, furioso con lo que había ocurrido, fue a la caseta más cercana y cogió lo primero que encontró: unos tomates. Se puede imaginar el resto. A partir de entonces, esta fiesta ha venido creciendo en popularidad año tras año.
La “batalla” se celebra en el transcurso de una semana en la que tienen lugar diferentes actividades y celebraciones previas que culminan con la gran batalla de tomates que dan fin a las fiestas.
La semana anterior a esta festividad los habitantes de Buñol ven como la ciudad triplica su población. Personas de todas partes del mundo toman un taxi en valencia hasta este magnífico pueblo.
La noche antes de la Tomatina, las estrechas calles medievales bajo el campanario de la ciudad, empiezan a llenarse con el olor de los tomates y de deliciosas paellas. La madrugada del miércoles, los comerciantes y dueños de negocios se dedican a cubrir las ventanas y puertas en preparación para la próxima gresca callejera. Camiones llegan a la plaza llena de gente dispuestos a descargar los tomates para que la multitud pueda usarlos como munición hasta que al sonido de los cohetes se escuche y comience la festividad.